La muerte del joven barranquillero, Israel Hernández, en 2013 -junto a otra serie de numerosos incidentes polémicos- ha llevado a la Policía de Miami Beach a emitir una serie de restricciones que los agentes deberán aplicar durante sus operativos.

Estas nuevas restricciones se aplican al uso de las pistolas eléctricas que los policías utilizan como metodo de inmovilización durante detenciones. La Policía de Miami urge a sus agentes a que usen este elemento solo cuando sea estríctamente necesario.

La muerte de Hernández habría tenido especial importancia en estas investigaciones, según quedó plasmado en un comunicado del administrador de la ciudad, Jimmy Morales. "Ese estudio fue solicitado como resultado de varios incidentes notorios de la Policía que tuvieron lugar en años anteriores, incluído uno en agosto de 2013 que resultó en la muerte de una persona".

Los policías, a partir de ahora, no podrán utilizar sus pistolas eléctricas a menos de que el sospechoso suponga un verdadero peligro contra los agentes, tambien queda vedado usarlas si estos ya se encuentran esposados o como instrumento de intimidación.

El informe médico forense sobre el accidente que envolvió la muerte del barranquillero determinó que el hecho había sido un "accidente", mientras que, en julio de este año, las autoridades fiscales de Miami descartaron presentar cargos contra el agente responsable de la muerte.